Visibilidad en la profesión

Hasta no hace mucho, ser apropiado o no para un puesto de trabajo venía determinado por el género de una persona. La visibilidad en la profesión establecía un muro para alcanzar ciertos puestos de trabajo y profesiones.

En este contexto, si eras hombre no estaba bien que tu profesión fuera bailarín, costurero, modelo, o la palabra tabú: ama de casa. Estas eran profesiones para mujeres.

De igual manera, si eras mujer no estaría bien visto que fueras futbolista, ocupases un alto cargo en empresas,  te dedicases a la ganadería, ni ejercieras cualquier tipo de profesión que implicara esfuerzo físico.

Esto se ha visto aún más acentuado en personas cuya orientación sexual no es la “establecida por norma social”, es decir, son homosexuales o bisexuales. Prácticamente estaba restringido decir tu preferencia sexual, el colectivo LGTBI estaba cohibido, se mantenía en silencio y no había visibilidad por miedo a aquella España machista.

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Miles de personas ocultan su orientación sexual actualmente .

Con motivo de terminar con esta desigualdad y discriminación, en 2011 el Gobierno llevó a cabo un proyecto de Ley integral para la equidad en el trato con las personas y la no discriminación en la que se aplica el principio de igualdad de trato para personas tanto por su religión, edad, discapacidad y también su orientación sexual en el trabajo.

¿Existe hoy en día visibilidad en las profesiones?

Aún en la actualidad existen infinidad de profesiones en las que empleados y jefes se ven obligados a ocultar su orientación sexual porque puedan verse perjudicados a la hora de desempeñar su trabajo, obteniendo algún tipo de exclusión por parte del resto del personal.

La discriminación puede ser directa, en forma de obtener un trato menos favorable con respecto al resto de compañeros o desprecio, no obtener promoción dentro de la empresa, e incluso despido; o indirecta, con medidas que son aparentemente iguales o neutras para todos pero pueden considerarse discriminatorias como es el trabajo a tiempo completo o a tiempo parcial (normalmente este trato menos favorable se dirige a las mujeres).

Es cierto que se posee una mentalidad más abierta en todos los ámbitos, pero la realidad es que a pesar del desarrollo y creación de medidas que regulan la discriminación por visibilidad, sigue habiendo cohibición a la hora de expresar la orientación sexual en el trabajo y se sigue observando también esta exclusión por la sexualidad del trabajador.

Esto puede observarse en casos como el fútbol en España, deporte de élite seguido por miles de españoles donde los futbolistas están constantemente expuestos al público, y en el que casualmente “no hay ningún homosexual”, lo cual se debe a que es un “deporte de machitos”. Los futbolistas no son capaces de expresar su orientación porque tienen miedo a dejar de gustar, a no ser renovados una temporada más o a ser rechazados por la sociedad. Resulta curioso que el insulto más escuchado a un futbolista en un partido sea maricón.

Es importante entender que en la sociedad todos somos iguales, y desempeñar un puesto de trabajo no puede verse influido por la orientación sexual ni el género de una persona, todos somos válidos. Por ello, para acabar con la discriminación hay que promover la igualdad de trato y oportunidades tanto por parte del Estado, como de empresas y también organizaciones de trabajadores. Y por nuestra parte, queda en nuestra mano el cambio, en detalles tales como evitar insultos como “maricón” o “nenaza” como símbolos de menosprecio o debilidad y procurar el cambio de igual forma en las personas que nos rodean, ya que nosotros somos la futura España y en nosotros debe notarse la transformación de una España machista a una España que lucha por la igualdad, inclusión y visibilidad.

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